El saco amniótico es parte de nuestra supervivencia intrauterina. Parte de ese vehiculo altamente diseñado
que le permite al espíritu humano manifestarse en cuerpo en la tierra. El saco tiene dos capas: el amnios la interna
y el corión la externa. Sin saco, como sin cordón umbilical o sin placenta no habría gestación posible.
El amnios contiene adentro el líquido amniótico y al bebé, la capa externa el corion se conecta a la placenta.
Nacer enmantillado es nacer sin que el amnios se haya roto.
Por muchas razones, incluyendo el intervencionismo de los partos medicalizados, es poco probable que este tipo
de parto sucedan (aprox 1 en 80.000) y desde hace mucho mucho tiempo su ocurrencia, precisamente porlo
singular, ha sido celebrada como una señal de buen auspicio para el bebé, otrora se creía que los niños
nacidos en camisa' crecerían para ser visionarios y hasta jueces morales de la población en la que crecían.
Y siempre contarian con una suerte extraordinaria. La palabra en Alemán para este tipo de nacimientos
así lo sugiere "Glückshaube" 'gorro de la suerte'.
También en pueblos europeos se sostiene la creencia que a un niño nacido con su amnios intacto se le
transfiere la habilidad intrauterina de vivir en el agua a su existencia en la tierra, por ello consideran que
lo protege de morir ahogado. En el novela de Amy McKay "La casa de Partos" ambientada antes de la primera
guerra mundial en nova escocia recuenta como los marineros de la región otorgaban gran valor a la
mantilla secada, la conservaban como amuleto en su viajes de nuevo con la creencia que el hacerlo los
protegía de morir ahogados. En la novela la protagonista le prohibe a su mal esposo llevarse el amuleto y el mismo
muere ahogado esa misma noche.
"En españa, el niño que nace 'vestido', no podrá morir ahogado ni por bala" Carta de Antonio Bargés a Gutierre
Tibón (1964). Personalmente he visto que tras secarla, la mantilla parece un pergamino, muy delgada y traslúcida
pero también flexible y de una textura muy fina). Para marineros, miltares y luego abogados un amuleto de mantilla
resultaba un talismán preciado.
En el sudeste asiático un bebé nacido enmantillado tendrá facilidad de percibir las cosas ocultas al ojo común.
En Sudáfrica se cree también que al niño que nace en mantilla se le concede una segunda visión, que le
permiten ver a los espíritus de sus antepasados y reconocerlos pero además, y más importante, la mantilla le permite
ver más allá de las personas, ver sus intenciones o su 'segunda cara', por lo que las personas nacidad enmatillada
son natos jueces de carácter.
En Islandia se creía que parte del alma del bebé, cuando mucho y cuando poco el espíritu del ángel de la guarda
del bebé vive en el amnios, por lo que éste nunca debe ser quemado.Incluso el saco que se hubiera roto en
el nacimiento se enterraba debajo de la entrada al cuarto de la madre para que cuando caminara por encima
se le impregnaran por los pies las proteccióny energía sacra. (Sir James Frazer, 1910)
"El zurrón, morada de nuestro ángel de la guarda y de parte de nuestra alma, es considerado, al igual que las
pares [la placenta] y el cordón, como un ser viviente, una sustancia activa cargada de altísimos poderes
mágicos" Gutierre Tibón, La Triada Prenatal. 1980. Capítulo "Mito y Magia del Amnios"
Vemos que aunque distintos pueblos sostienen distintas creencias, todas atribuyen
a la singularidad del hecho un pensamiento mágico. Más que la superviviencia de la magia, es la magia como
supervivencia, desde el paleolítico hasta nuestros llamados tiempos modernos.
*No hay riesgos de nacer enmantillado a menos que quien asista el parto no retire la membrana de la cara del bebé.
De hecho este es un caso médico registrado de 1975 en el que un bebé sobrevivió durante 25 minutos fuera del
útero, dentro del saco con el liquido amniótico y con el cordón aun intacto pero sin respirar aire,
Mi primer acompañamiento a un parto como Doula fue un parto en mantillado, Aluna nació con su saco intacto.
Su papá, Darwin, lo disecó, cuando fui a preparar su placenta ya estaba seco y como pergamino.
Tengo entendido que el amnios es muy util en caso de quemaduras, la porción seca de amnios se rehidrata
y se coloca ditectamente sobre la quemadura. Esta dos imáges son del saco luego del nacimiento y el saco disecado
3 días después.
NEONATOLOGÍA | Conductas y cuidados
Las primeras horas del bebé
- El contacto 'piel con piel' con la madre es muy importante en las primeras horas
- Al nacer, el bebé tiende a estar en estado de alerta, con sus sentidos activos
- El hipo, los estornudos y los espasmos son reacciones normales
Nacer es un viaje complicado, quizás el más costoso. Porque para ver la luz, el bebé no sólo tiene que atravesar un canal estrecho y lleno de escollos, sino que también debe saber adaptarse rápidamente a un medio que poco tiene que ver con el ambiente cálido y acogedor en el que ha vivido hasta entonces.
Por eso, en su primer contacto con el mundo exterior, es importante que el recién nacido reciba una "buena bienvenida", tal y como señalan los especialistas en Neonatología.
Si el parto ha sido normal, la gestación no es de riesgo y no ha habido complicaciones, "lo primero que hay que hacer es colocar al bebé sobre el vientre o el pecho de su madre en contacto piel con piel", explica Maite Moral, neonatóloga del Hospital 12 de octubre de Madrid.
Esta maniobra tan sencilla aporta múltiples beneficios, ya que está demostrado que favorece el proceso de vinculación temprana entre madre e hijo y una mejor instauración de la lactancia materna, coincide Félix Castillo, jefe clínico del servicio de Neonatología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Además, también contribuye a la estabilidad cardiorrespiratoria del bebé y a la regulación de su temperatura.
Mientras el niño está encima de su madre, "se puede realizar perfectamente el clampaje del cordón umbilical y las primeras valoraciones sobre las características vitales del niño", señala Moral. Y, "si el estado de salud del niño y de la madre lo permiten, se recomienda no separarles en unas dos horas", subraya.
"La tendencia en los últimos años es intervenir lo menos posible en ese periodo", apunta Alfonso González Laguillo, jefe de Pediatría del Hospital La Moncloa de Madrid. "Antes se aspiraban las secreciones, se utilizaban sondas, cremas, pero ahora se fomenta el contacto con la madre", añade.
En alerta
En estos primeros momentos de vida, el bebé recibe una importante descarga de adrenalina que le mantiene en estado de alerta y activa sus sentidos. "Por el olor y el color, el bebé es capaz de reconocer el pezón de su madre y dirigirse a él espontáneamente para realizar la primera succión", comenta Moral. Es importante respetar ese comportamiento instintivo "y luego ya se puede proceder a pesar al niño, comprobar su talla, su perímetro cefálico o en qué percentil está", señalan ambos neonatólogos.
Según los protocolos españoles, también suele administrarse en ese momento al bebé la profilaxis de la vitamina K (para reducir el riesgo de enfermedad hemorrágica) y una profilaxis oftálmica neonatal para evitar infecciones. En muchos hospitales, junto a esas medidas, también se pone la primera vacuna contra la hepatitis B.
Después de esas primeras horas, generalmente los recién nacidos entran en un periodo de descanso. "Eso sí, hay que saber que los recién nacidos suelen dormir en periodos cortos, poco profundos, que se despiertan a menudo y demandan el pecho", explica Moral. En ese sentido, es importante atenderles de forma temprana, reconocer sus signos iniciales de búsqueda, anticiparse al llanto y "olvidarse del reloj y los horarios".
Al contrario de lo que muchas veces se dice, continúa la especialista, "es fundamental coger a los niños en brazos, proporcionarles consuelo y que se sientan arropados. Ese es el comportamiento de los mamíferos y es lo que necesitan los bebés".
La primera exploración pediátrica completa del bebé se hace durante sus primeras 12 o 24 horas de vida, una vez que el pequeño y su madre ya han abandonado el paritorio. Antes del alta, se repetirá el chequeo, "se valorará su audición y, muy importante, se realizarán las pruebas para descartar diferentes enfermedades metabólicas -el famoso pinchazo en el talón-", sostiene González Laguillo. En este periodo, también se controlará si el bebé orina frecuentemente y si ha eliminado el meconio, el nombre que designa sus primeras deposiciones.
Los tres neonatólogos coinciden en señalar que en estos contactos periódicos con los profesionales, los padres -sobre todo los primerizos- aprovechan para preguntar dudas habituales.
"Los recién nacidos suelen presentar signos como espasmos, hipo, estornudos o temblores de la mandíbula que a veces resultan inquietantes para los padres", señala Castillo. "Pero son completamente normales, sobre todo si tenemos en cuenta que su cerebro está madurando", aclara.
Para garantizar la seguridad de los pequeños en esas primeras horas tras su nacimiento, es importante no abrigarles en exceso y acostarles boca arriba para reducir el riesgo de muerte súbita. Por la misma razón, tampoco se recomienda colocar peluches ni otro tipo de objetos en su cuna.
"Lo que más les gusta en esa primera etapa son las caras humanas. Los niños tienen capacidad para ver a una distancia similar a la que alcanza su mano y lo que más les divierte son las caras de sus padres sonriendo", comenta Moral. "También pueden reconocer sus voces, que ya oían de forma atenuada por el líquido amniótico, así que es importante estar con ellos y hablarles desde su nacimiento", añade.
“LA MADRE MOLDEA EL CEREBRO DEL BEBÉ DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA”
http://www.mamadre.cl/2014/10/
Cada vez se oye más hablar de la noción de apego durante los primeros años de vida de un niño.
Esa palabra que puede sonar abstracta es, según los expertos, la clave del desarrollo de la parte del cerebro
que posibilita la empatía. Allan Schore, un referente internacional en este tema, lo pone así de sencillo:
“la relación de apego entre la madre y el hijo le da forma, moldea el lado derecho del cerebro”.
Schore estuvo en Montevideo para brindar una serie de conferencias organizadas por la ONG Atención
y desarrollo a la temprana infancia y su familia (ATI) y apoyadas por el Ministerio de Educación y Cultura.
El rol que tiene la madre en el futuro emocional de su hijo, la participación del padre, y lo que le espera a alguien
que no disfrutó de una relación de apego, fueron algunos de los temas que conversó el experto con El Observador.
Quienes trabajan en la neuropsicología en Uruguay hoy entienden que usted desarrolla un modelo de
salud mental infantil particular. ¿En qué consiste?
Déjeme decirle antes que hay un gran interés de los medios en neurociencia hoy. En los últimos 10 años ha habido
una gran explosión en el estudio del desarrollo temprano del cerebro. Y lo que hemos descubierto es que el desarrollo
temprano, tanto durante el embarazo como después del nacimiento, tiene efectos en lo que sucede después, no solo
en términos de bienestar emocional, sino también en lo que refiere al desarrollo de desórdenes psiquiátricos.
Durante el primer año de vida no hay comunicación verbal: es todo emocional. Esto era terreno desconocido para la ciencia,
que no sabía cómo abordarlo, pero gracias a la tecnología se pudo estudiar el cerebro del niño y de la madre.
¿Cuál ha sido su aporte?
Mi trabajo en los últimos 20 años ha sido la integración de la biología y la psicología. En esencia, mi trabajo cruza
las fronteras entre ambas. En particular, hago foco en el lado derecho del cerebro. El lado izquierdo, que es el que
desarrolla el habla, no entra en funcionamiento hasta el segundo año de vida. En cambio, todo lo vinculado al apego
se desarrolla durante el primer año. La idea esencial es que la relación de apego entre la madre y el hijo le
da forma, moldea el lado derecho del cerebro. Hay una herencia genética natural, pero el entorno social y
afectivo va tallando, como una escultura.
¿Qué funciones se encuentran en el lado derecho?
Está involucrado en los procesos emocionales. Es el que permite llegar a casa, mirar a los ojos al otro y
saber que algo anda mal. Las expresiones faciales, las sonrisas, la tristeza, el tono de voz. Allí está la habilidad
de entender el estado emocional, lo que pasa por la mente o las motivaciones que tiene la otra persona.
El punto más importante en este sentido es la comunicación no verbal, de cerebro derecho a cerebro derecho,
que se da entre la madre y el niño. Al mismo tiempo que esto ocurre, el cerebro del bebé está doblando su tamaño
, y en esto incide el apego.
¿Cómo debe hacer la madre para alcanzar el nivel adecuado de apego? ¿Cómo puede estar segura de
que está haciendo bien las cosas?
Es un aprendizaje que no tiene tanto que ver con ‘hacer’ sino con ‘ser’. ¿Cómo transmitirle la empatía?
Siendo cuidadosos y atentos; poniendo al bebé en el primer lugar, siendo abiertos, genuinos, y estando
disponibles emocionalmente. Y también ayuda si hay una relación fuerte entre la madre y el padre.
La clave es esta sofisticada forma de relacionamiento. El foco no es racional sino emocional.
Es la habilidad de la madre de leer la mente y el cuerpo del bebé. Ella tiene la capacidad de aliviar
la tensión del bebé, de calmarlo, de regular su estrés, pero también incide en su disfrute y entusiasmo.
Es decir, no solo puede escucharlo, sino también regular sus emociones. Ella puede cambiar su conducta.
Además, el apego otorga al bebé una sensación de seguridad.
¿Y qué rol tiene el padre en esto?
El padre entra un poco más tarde. El primer apego es con la madre.
Después, en el segundo año de vida, el bebé tenderá un lazo también con el padre.
El bebé tiene distintas relaciones con sus padres: la madre es la que lo calma, mientras el padre tiene
un vínculo más enérgico y le enseña a explorar. Hoy tenemos evidencia de que la madre realmente da forma
al lado derecho del cerebro, pero el padre también incide. Y es más que un efecto psicológico: el crecimiento
del cerebro está influido por esas relaciones.
¿Qué sucede con quienes no tuvieron ese apego?
Justamente, no estudiamos solo el desarrollo normal, sino también el que lleva a desórdenes psiquiátricos
o psicológicos. La que está en juego es especialmente la habilidad del lado derecho del cerebro de regular el estrés.
Es importante que el niño sepa que el otro está emocionalmente disponible para él. En ese sentido,
los desórdenes psicológicos tienen raíz en el desarrollo temprano del cerebro. Entonces,
¿qué pasa si hay abuso o negligencia? Bueno, por eso es muy importante que haya programas
de prevención temprana, que sé que en este país los hay.
Allan Schore
investigador en neurociencia
profesor de psiquiatría en la universidad de california
* FOTOS: “Nacer en el Mar” por Vladimir Bagrianski
Julio 6, 2013
Desde Rusia con amor. Nacer en el Mar es un maravilloso portafolio
documental que Vladimir Bagrianski ha realizado acerca de los embarazos
de su pareja, de sus partos y de la crianza de suscuatro hijos en el mar.
Las fotos fueron tomadas entre 1986 y 1992 en distintos puntos
geográficos, pero siempre con el mar como protagonista principal.
Esta familia ha seguido las enseñanzas de Igor Tcharkowsky,
un obstetra y psicoterapeuta ruso pionero en el método de parto subacuático
y crianza bajo el agua.
Definitivamente, parir es una experiencia sexual. La forma de nacer, aunque
no sea decisiva, sí influye en la vida de las personas.
El parto natural necesita de intimidad, el ambiente apropiado debería
parecerse al lugar donde te gustaría hacer el amor.
Como dice la canción, en el mar la vida es más sabrosa. ¿Y tú qué piensas?
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